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atención al cliente, compras, grandes almacenes, olla, Spain is different
Martes. 11:30 am. Bajos de una gran superficie: sección menaje de cocina. A mano derecha, pequeño electrodoméstico. A mi izquierda, cristalería….
Servidor: (barruntando para mis fueros internos) Debería comprar unos cuantos vasos de batalla, que ya me van quedando pocos…
En esos pensamientos tan profundos andaba yo enfrascado, cuando escucho una voz solemne a mi vera…
Dependiente n.1: ¿En qué puedo ayudarle?
Servidor: Hola. Buenos días.
Dependiente n.1: ¿Deseaba?
Servidor: Hombre, pues para empezar un buenos días no estaría mal.
Dependiente n.1: 1: Ummm… Buenos días.
Servidor: Gracias. Mire, venía a cambiar esta olla que compré hace una semana y que no funciona.
Dependiente n.1: ¿Qué le pasa?
Servidor: Pues eso me gustaría saber a mí. El caso es que he ido a estrenarla con un cocido y no he conseguido abrirla hasta después de una hora y la verdad, no tengo por costumbre merendar legumbres, se me antojan indigestas.
Dependiente n.1: ¿Se ha leído las instrucciones?
Servidor: (riendo) No me diga que en vez de comprar una olla, he adquirido un reactor nuclear. Perdone, pero no es la primera vez que utilizo un artilugio similar para vérmelas con la comida.
Dependiente n.1: ¿Trae el ticket de compra?
Servidor: Un poco feo comprársela a la competencia y venir a traérsela a usted, ¿Verdad? Sí, claro que he traído el ticket de compra.
Dependiente n.1: ¿Me permite la olla para probarla?
Servidor: ¿Perdón?
Dependiente n.1: Si. Hay que probarla para ver qué problema tiene.
Servidor: A ver si yo me entero, que para esto debo ser un poquito obtuso. ¿Me está usted diciendo que se va a poner a cocinar aquí y ahora?
Dependiente n.1: No, tranquilo, es sólo poner un poco de agua a hervir en el hornillo que tenemos ahí (me señala a lo lejos) para ver el problema que tiene.
Servidor: ¡Ah! Bueno, si es así me deja usted mucho más tranquilo… Perdone, se está usted quedando conmigo, ¿No? ¿Y a mí eso que me soluciona a parte de estar como un idiota esperando a que una olla empiece a echar vapor? Además, que puede funcionar aquí y luego darme problemas otra vez en casa y me va a perdonar, pero tengo mejores cosas que hacer que estar de arriba para abajo con este armatoste a cuestas.
Dependiente n.1: Pues así son las normas.
Servidor: Pues llame por favor al encargado de sección.
Dependiente n.1 se marcha airado, olla en mano, y a los dos minutos aparece con Dependiente n.2, también conocido como encargado de sección.
Dependiente n.2: Buenos días. Me ha dicho mi compañero que tiene usted un problema.
Servidor: No, yo ninguno. Más bien la olla con las judías con chorizo que se quiere preparar su compañero.
Dependiente n.2: Es que ese es el proceso a seguir.
Servidor: Y yo, como ya le he comentado a su compañero, le digo que simplemente vengo a cambiar una olla. Así que ¿Por qué no me hace ahora mismo el cambio y luego ustedes se quedan haciendo todas las pruebas que quieran?
Dependiente n.2: Creo que no me está entendiendo…
Servidor: ¡Perfectamente! Quienes no me entienden son ustedes a mí. Así que, como veo que no me pueden ayudar, me hace ahora mismo el favor de llamar al jefe de planta.
Dependiente n.2: Es que no sé si va a estar disponible.
Servidor: Pues si no es el jefe de planta será el del centro o si no al mismísimo director de la cadena porque yo ya estoy empezando a perder la paciencia.
Dependiente n.2: Un momento, por favor.
Servidor: (murmurando) No, si ya puestos a momentos…
Se marcha Dependiente n.2 dejándome con la mirada inquisitiva del Dependiente n.1. Pero yo, que no soy de amilanarme, le digo muy casual para intentar aligerar la tensión: ¿Se nota mucho la crisis en el negocio? Por el gesto que pone, no sé si me va a contestar o a escupir en la cara, pues en ese momento vuelve Dependiente n.2 con el que parece ser el jefe de planta, Dependiente n.3 a partir de ahora y para abreviar.
Dependiente n.3: Buenos días. Me han contado su problema pero debo decirle que…
Servidor: ¡Uy! Si empezamos con las conjunciones adversativas comenzamos mal. Mire, yo le doy la solución ya que ustedes no parecen encontrarla. Se quedan con la olla defectuosa, me dan una nueva y me voy por donde he venido.
Dependiente n.3: Lo único que puedo hacer es devolverle el dinero.
Servidor: Perfecto. Entonces me hace usted ahora mismo el abono y, cuando lo tenga, le vuelvo a comprar otra olla. ¿Le parece bien? Ahora, mi pregunta es la siguiente: ¿Para qué hacerlo en tres pasos si puede simplemente cambiarme la olla? Así se evita la gestión del abono y yo la de tener que volvérsela a comprar. ¿No es más fácil?
Silencio de los tres dependientes…. Miradas de estupefacción entre ellos…
Dependiente n.3: No se preocupe. Ahora mismo le hago el cambio del artículo.
Servidor: ¡Aleluya! ¡Habemus ollam!
Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.
Nos vemos,
asertivopordecretoley